LA IRONÍA DEL DINERO. De EDGAR NEVILLE

Un narrador nos va llevando por cuatro episodios en los que se recogen situaciones muy variopintas en las que tiene que ver el dinero, el azar y la gente. En el primero, el protagonista es un vago limpiabotas que se encuentra una cartera llena de dinero y sin molestarse en averiguar a quien pertenece, monta una juerga en el bar donde trabajaba... En el segundo, una kiosquera casada que vive en una pequeña ciudad de Francia tiene ”affaires” con varios hombres. Uno de ellos pierde un maletín lleno de dinero y el marido de la quiosquera lo encuentra: él quiere devolverlo, pero la mujer se opone... En el tercero, una persona ve como se le cae la cartera a un hombre. Tras varios intentos frustrados por devolvérsela, compra lotería con este dinero y le toca... Y en el cuarto, un torero pobre termina en la enfermería y al recoger sus pertenencias, incluye sin darse cuenta una cartera que otro torero había ocultado allí y que había recogido al caérsele a una turista..

LAS HURDES-Tierra sin pan.Un film de LUÍS BUÑUEL




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ALMADRABAS y LA CIUDAD Y EL CAMPO.De CARLOS VELO

Director de cine español (Santiago de Compostela 1905-México 1989). Fue catedrático de biología en la Universidad Complutense de Madrid y se inició en la cinematografía en el año 1933 con un documental, Almadrabas sobre la pesca del atún en Vejer de la Frontera con es antigua técnica pesquera, en el 1934 realizó el documental La ciudad y el campo, en 1935, Saudade 1936. En un lugar de Castilla. Tras la guerra Civil se exilió a México donde dirigió Torero en 1956, Pedro Paramo en 1966, película  basada en la novela de Juán Rulfo, Don Juan 67 en el 1967, Secreto eterno en 1969 y Homenaje a Luís Felipe en el 1975.















YA VIENE EL CORTEJO. DE CARLOS ARÉVALO


En 1939  se realizó esta teatralización de la victoria del fascismo español en el que se combinan imágenes del desfile de la victoria en Madrid, con paisajes castellanos, castillos, iglesias y secuencias de ficción ambientadas en el medievo, hábilmente sincronizadas con el recitado por Juán de Orduña del poema de Rubén Dario "La Marcha Triunfal", con la finalidad de construir un paralelismo entre las huestes de la Reconquistas y las hordas victoriosas del ejercito franquista


"Ensayo que mezcla ficción y documental trazando un paralelismo entre las gestas medievales y la victoria del ejército franquista. La película está hecha tras la victoria del bando nacional (recoge imágenes del desfile de la Victoria en Madrid) y en cierto modo es una vuelta de tuerca más en los delirios imperiales de la mitología falangista" (Vicente Sánchez-Biosca, Cine y Guerra Civil Española. Del mito a la memoria. Madrid, Alianza Editorial, 2006).












EL MARQUÉS DE SALAMANCA De Edgar Neville

Biografía de don José de Salamanca, con sus éxitos y sus fracasos financieros; sus relaciones, a veces amistosas y a menudo llenas de rivalidad, con Narváez y María Buschental; su actividad como constructor de ferrocarriles y como promotor de las obras de ensanche de la ciudad de Madrid. Todo ello con el Madrid romántico y su ambiente, a la vez provinciano y majestuoso, como fondo. 


Entre "Nada" y "El señor Esteve", el autor de teatro y director de cine Edgar Neville escribe y dirige esta comedia costumbrista que recrea la rivalidad entre dos socios en el Madrid de mediados del siglo XIX y que es una biografía, todo lo poco ortodoxa que cabe suponer, el primer Marqués de Salamanca. Como muchas películas de Neville, se articula bajo la estructura del clásico triángulo sentimental, en el que dos hombres rivalizan por el amor de una mujer. Conchita Montes, compañera sentimental y auténtica musa del realizador, acapara la atención del Alfredo Mayo y Jacinto San Emeterio en esta comedia de uno de los nombres claves del cine y el teatro español de posguerra. 













CAMINO De JAVIER FESSER


Pertenecer al Opus Dei implica, entre otras muchas cosas, renunciar a ser completamente libre para seguir a rajatabla las indicaciones de un camino predeterminado con premeditación y alevosía. Un camino a recorrer con piloto automático: el de Monseñor Escrivá de Balaguer.

Ese camino es el que reproduce con irreprochable objetividad y sin excesiva acritud Javier Fesser. Un camino anacrónico, retrógrado y fundamentalista, pero real al fin y al cabo. Multitud de personas vinculadas al entramado de la Obra en algún momento de sus vidas podrían corroborar taxativamente mi aserto. Personas que reniegan y abominan de ese traumático pasado. Entre ellas, mi esposa.

No considero, pues, que Fesser se haya cebado desproporcionada mente con el Opus ni que en ningún momento su película manifieste indicios de panfleto o apologéticos. Insisto en reiterar que su imparcialidad me parece encomiable y que lo que el espectador contempla no es más que un modélico extracto de los principios y el ‘modus vivendi’ de cualquier familia inscrita en dicha secta. Ni más, ni menos. 

Respecto a aspectos puramente cinematográficos destacaría la exquisita sensibilidad con la que se nos esboza esa historia de amor adolescente, las brillantes interpretaciones del trío protagonista (especialmente esa encantadora niña, Nerea Camacho) y el espléndido planteamiento visual de su joven director. También me ha sorprendido gratamente la presencia de ciertos elementos absolutamente extemporáneos (indumentaria, cámara de Super-8, papel moneda en pesetas...) que no hacen más que subrayar con sutileza y acierto el carácter decrépito y caduco de la mentalidad del Opus Dei . 

Lamentablemente, el dramón hospitalario incluye algunos momentos ñoños  impiden otorgarle un notable alto. Aún así, recomiendo “Camino” a todo aquel que quiera conocer algo más de cerca las poderosas garras del Opus y sus mecanismos de persuasión y financiación.















NOCHE DE VINO TINTO de José Mª Nunes
Nunes comienza la presentación diciendo que “Noche de vino tinto” es una carta que él escribe a un posible remitente. Esta en tu mano que tú puedas o no quieras recibir dicha correspondencia.

Nada más empezar la película, no queda ninguna duda de que estamos asistiendo a todo un ejercicio de experimentación. Nunes bebe directamente de las fuentes de la Nouvelle Vague y construye una película a tiempo real sobre una noche donde los vasos se llenan de vino tinto para olvidar la pérdida de la persona amada. Casi sin elipsis, casi sin medios, Nunes conduce la película por cauces nada convencionales. No existe estética en “Noche de vino tinto” porque no existe casi ni película. Ahora entiendo la carta que Nunes pretende enviar. Cada uno de nosotros hemos tenido una (o varias) noche de vino tinto, deambulando sin interés, casi muertos o muertos del todo, fríos y herméticos. Son las noches donde sale el poeta, donde nada es convencional.

Como ciertas películas fuera de norma, como aquellos proyectos excéntricos o buscadores de cánones cinematográficos completamente distintos, esta película entusiasmará y horrorizará a partes iguales. No hay que buscar hermosos encuadres, ni una fotografía clara, grandes planos o un excelente guión. Es Nouvelle Vague español, y lo que ello implica. Su riesgo y sus torpezas.

Lo más llamativo de “Noche de vino tinto” es su excelente montaje que dota a toda la historia de una continuidad muy palpable. Y la mirada de Serena Vergano que es intensa y sacrificada.

Me molesta en exceso cuando su protagonista masculino se vuelve pomposo, poetizando sobre el universo y el tiempo. Y no me entusiasma ese doble cauce narrativo que emplea Nunes: los flashbacks con sus exparejas (y fotografía saturada) que van entrecruzándose junto a la historia en tiempo real. Pero Nunes sabe cerrar la historia, cuando el sol entorpece las sombras de la calle y ya nada, ni esa noche de vino tinto, parece tan real.